EL UNIVERSO DE TIZA
DeTiza lleva lo mejor de mí. La creé junto a mi madre con mucha ilusión y cariño. Para nosotras fue una segunda oportunidad, de esas que te da la vida.
Estudié interiorismo y monté mi propio estudio de decoración, pero nunca me desligue del mundo de la pintura, la cual llevo en los genes.
De niña jugaba a mezclar tintes, a pintar todo lo que se ponía por delante y, como no, a crear colores.
Me crié entre latones de pintura, en el almacén de mi abuelo. De él heredé su ilusión y las ganas de reinventarme ante las adversidades. De mi abuela, enfermera de profesión, heredé la pasión por el color y la decoración. En un rinconcito de aquel almacén, tenía un puestecito de objetos decorativos.
Recuerdo que venía gente de los pueblos de alrededor a comprar piezas que traía de anticuarios.
Hay quien recuerda de su niñez el olor de los fogones, y a mí solo se me viene el olor de la pintura con la que mis hermanos y yo jugábamos en el almacén de mi abuelo, un mundo de colores creado por y para nosotros para llenar de luz los hogares de los demás.
AYUDARTE ES NUESTRA MISIÓN
Desde el inicio tuvimos claro que queríamos ayudar a nuestras clientas a desarrollar sus propios proyectos de manera fácil y con la ayuda profesional que necesitan. Queremos que cada vez que quieran hacer un cambio en su hogar lo puedan hacer sin realizar un gran desembolso económico, y sobre todo, con la seguridad de que el resultado va a ser el deseado.
Es por ello que, en DeTiza dedicamos mucho tiempo a hablar con nuestras clientas, a aportarles ideas y consejos. Esto nos sirve para asegurarnos de que compren realmente lo que necesitan y, sabemos que ofrecer una atención personalizada, es la mejor forma de conseguirlo.